Al viento se le olvidó soplar

Se me escapa de las manos
tu pelo con las vibraciones,
en un lecho de silencio y cemento.
Al viento se le olvidó soplar
y despeinarme las dudas y los miedos.
Bajo una encrucijada de años
y golpes de piedra.
Corro por caminos de frutos
para despistar la desidia y el tedio.
El fuego ya no calienta las calderas de vapor,
el cual se escapa por los dedos
y para el corazón.
Recojo las hojas para rellenarlo
y coserlo bien arriba.
Para que sepa hablar con el sol.



5 de diciembre de 2013

El polo positivo

Empezaré por conectar el polo positivo a mi corazón,
y el negativo a la tierra donde acabará todo lo malo.
Circulando la vida a través de mi cuerpo.
Un impulso tras otro,
si bajar la intensidad ni un miliamperio.
Sin ningún mal pensamiento y
cargado de energía, proseguiré mi camino.
Ven y agarra mi mano,
quiero que estés a mi lado.
Compartiendo conmigo cada paso,
cada despertar, cada risa, y cada llanto.
Porque sólo tenemos que escribirlo,
para que se haga realidad.
Yo ya tengo mi luz y
la voz que me guía en mi interior.
Déjame ser la tuya.

Atrocidades

Perdido, desorientado y acomplejado.
Soltar la mano para seguir.
Se rompen las ramas de la pecera y
salto al infierno de asfalto.
No hay ninguna baldosa amarilla,
ni valor, ni pasión, ni pensamientos.
Sólo trucos de magia y malabares,
que te distraen día tras día.
Cuando subes a lo alto piensas en cambios e ilusiones,
que cuando vuelves a bajar desaparecen.
Quedando enredadas en cualquier tela de araña,
que siempre atraviesas sin ningún remedio.
Arráncame el corazón y busca mis pasiones.
Abre mi cabeza y busca mis sueños.
Ten cuidado con las atrocidades esparcidas por doquier.


Fecha original: 24 abril 2013

Desde lo alto

El suelo levantado de nuestras carreras.
Trepo árboles rojos y verdes.
Un idealista con gafas de sol y buena cara.
Desde lo alto mirando arriba.
Esperando que llegue el sol,
el calor y las felicidades.


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Fecha original: Abril 2012
Dibujo: Yoko Ritona

Ritmo y reposo.

Recopilando música en la pecera,
recuerdos en mi cabeza y
sentimientos en el corazón.
Miro a mi lado y veo
unos ojos brillantes de agua,
que sonríen felicidad,
que auguran buenos momentos.
Quiero ponerlos música cada día.
No importa repetir la canción,
porque cada momento valdrá la pena.

Salto de fé

Esta noche subí a lo más alto del edificio,
sincronizando recuerdos.
Recuerdos de más de diez años atrás,
donde comenzaba el final de una vida ordenada.
Llegando el momento del salto de fé,
me asaltan las dudas.
Habrá algo que detenga mi caída.
Una mano amiga que me detenga.
Sólo veo manchas rojas en el suelo,
de los miedos y decepciones,
de las dejadeces y soberbias.
Sin tener claro el final ni el destino...
Salto,
con los brazos bien abiertos,
extendiendo bien los dedos de mi alas,
que me llevaran fuera de la pecera.
¿Mañana será otro día?

Sin sentido

Latidos de alegría mueven la ciudad,
que se paran estrepitosamente por el ruido y
la furia de sus habitantes.
Cómo debemos andar para no salirnos del camino.
Qué ocurre si no tenemos camino,
si no tenemos un mañana,
porque perdimos el ayer.
Qué hacemos si tras tropezar, caemos y
al levantar la mirada desencantada,
vemos que hay un muro infinito.
Sin el mañana ni el ayer,
vives el presente de cada hora.
Vestido del tedio que quema los días y
los meses sin alumbrar nada.
Y la flor que lucía sonriente se perdió
ahogada entre la multitud.



fecha original: 2 enero 2013

Sonríe

Sonríe con un corazón en lo alto.
Luchando consigo mismo por su tesoro.
La luz que nos servirá de guía está cerca.
El frío acorta las zancadas,
descubriendo las barbas al desnudo.
Se ven tiempos felices,
pero nunca lo son.


fecha original: 12 diciembre 2012

Huele a frío

Huele a frío.
El gris que todo lo cubre nos arrebata las energías.
No sabemos la hora de levantarnos,
y mucho menos la de acostarnos.
El estómago nos da vueltas sin saber porqué,
y nunca estuvimos tan perdidos
a las puertas de unas fiestas llenas de vacíos.


fecha original: 26 noviembre 2012